lunes, 16 de febrero de 2009

Autorretrato año 2004.
Tenía una página en blanco, cada que imprimaba una tela era crear una hoja en blanco para escribir una historia. Esta pieza surgió así un poco relatando un cuento en donde dice lo siguiente.
Abrí los ojos y ví una luz en el exterior y me pregunté, es esa la luz de la mañana salí a mi balcón sentí como por mi cuerpo entraba una energía calorifica y comencé a escribir sobre la nueva página en la que relato como un niño ve la naturaleza y comienza a fantasear e imaginarse que tendría su mundo ideal. Al entrar al centro de la página el mundo del niño cambia y se hace un torbellino llega una extraña fuerza y todo se destruye, después puede controlar un poco sus energías y las palabras bellas y agresivas quedan suspendidas en un lienzo, quedando un equilibrio y marcando palabras con pintura roja, al momento que ve sus manos están de color rosa, la conbinación de colores han penetrado su piel y se ha dado cuenta que el blanco de su página, el rojo de su agresión han formado una neutralidad y obtenido en su piel un color producido por la ejecución. El lienzo muchas veces no es la obra de arte sino lo que el pintor puede entender a travez de sus manos que son las extensiones de su corazón.

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